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20 febrero 2012 1 20 /02 /febrero /2012 22:49

          Cuando usted compra una casa, te­rreno, de­partamento, oficina o lo­cal co­mercial, quiere te­ner la cer­teza ab­soluta, de que realmente está compran­do un bien del cual disfru­tará. Lo que menos desea us­ted es comprar un problema.

          Cuando usted decide ven­der una casa, te­rreno, de­partamento, ofici­na o local co­mercial, anhela dar a los potencial­es com­pradores la certeza de adquirir un bien, del que po­drán beneficiar­se. Ellos quie­ren tranquili­dad respecto de lo que compra­rán. Usted pretende razonablement­e, te­ner la satisfacción de ven­der una propie­dad, de la cual ja­más nadie le po­drá que­jarse y menos aún reclamarl­e por da­ños.

          El CERTIFICADO de CERTEZA INMOBI­LIARIA es un documento que emiti­rán, a pedido suyo, el Estu­dio Jurídi­co del Abo­gado Norber­to Tesy Wer­nicke y la Oficina de la Martillera Aida Z. Bogado de Tesy Wernicke. Estará firma­do por reconocidos Profesion­ales y podrá us­ted exhibirlo en Bancos, ante los po­tenciales comprador­es, empres­as y au­toridades, y usarlo para negociar favorable­mente con los vende­dores. Es un docu­mento que usted que­rrá guar­dar como informac­ión precia­da de las actividad­es efectua­das.

          Un CERTIFICADO de CERTEZA INMO­BILIARIA se con­fecciona luego de un cui­dadoso es­tudio de todos los datos del in­mueble. Los Pro­fesionales analizan los tí­tulos de propied­ad, re­caban la informa­ción dis­ponible en los regis­tros, ha­cen bús­quedas en archi­vos digital­es pú­blicos, constatan en el lugar la vera­cidad de las de­más referen­cias. Eva­lúan los datos pro­porcionados por el cliente. Con todo ello se logra un perfil del bien, que es vol­cado en un infor­me mi­nucioso y entregado al cliente. Asi­mismo se le sumin­istra al clien­te la totalid­ad de la do­cumentación reca­bada.

          El CERTIFICADO de CERTEZA INMOBI­LIARIA cuenta además con un perfil sim­plificado resu­mido en una valo­ración fi­nal. Los Profesion­ales intervin­ientes darán un ve­redicto y el bien tendrá al­guno de estos punta­jes:

  • Excelente
  • Muy bueno
  • Bueno
  • Regular
  • Malo

Características de los perfiles y punta­jes:

          Un inmueble catalogado como Exce­lente o Muy bueno es aquél, que los Profesion­ales in­tervinientes aconsejan para reali­zar en forma in­mediata cualquier tipo de ope­ración con el in­mueble: ven­derlo, com­prarlo, hipote­carlo, darlo o re­cibirlo en co­modato, al­quilarlo, ac­cionar contra intru­sos, re­clamar derechos, exi­gir indemnizac­iones y cuantos otros me­dios y for­mas hubieren de darle des­tino y benefi­cios.

          La diferencia entre Exce­lente y Muy bue­no, es que el in­mueble conside­rado Exce­lente está en perfecto or­den, nada exi­ge para efectuar ac­tos con rela­ción al mismo. El inmueble Muy bueno ape­nas requiere po­quísimos cuida­dos o re­caudos, fácil­mente accesi­bles.

          Un inmueble de perfil Bueno es siempre apto a los fines de todos los des­tinos y ope­raciones. Pero es ne­cesario previa­mente tomar precauc­iones, ha­cer pa­gos (general­mente de impues­tos y tasas o de otras su­mas adeu­dadas), me­jorar su si­tuación le­gal o en el lugar, y otras defic­iencias subsa­nables. Cum­plidos esos re­quisitos, el in­mueble pasará inmediata­mente a la cate­goría de Muy bueno y has­ta de Excelente.

          En el caso de un inmueble cataloga­do de Re­gular, es es­casamente reco­mendable. Po­dría mejorar su per­fil tras ar­duas trata­tivas con ter­ceros o pago de sumas im­portantes, trámi­tes compli­cados y diver­sos esfuer­zo. Es el típico inmueble de riesgo, del tipo de los que suelen com­prarse por pre­cios muy bajos. Tanto po­dría generar bue­nas ga­nancias, como per­derlo todo.

          Un inmueble Malo carece de las mí­nimas posi­bilidades de sanea­miento. Es en ab­soluto des­aconsejable, es imposib­le repa­rar los de­fectos lega­les o de hecho.

          El perfil simplificado es sólo eso: un dato in­mediato, fá­cilmente perceptib­le. Por su­puestp, con ello úni­camente nada tendría en claro el cliente. Lo sustan­cial es el Inform­e de los Pro­fesionales, re­dactado con cuidado, en lenguaj­e simple y a la vez de alta preci­sión técnica. Cada as­pecto del inmue­ble es anali­zado y pon­derado.

          Un Informe de los Profe­sionales se constitu­ye en el tes­timonio más bus­cado a la hora de hacer cual­quier uso u negocio con rela­ción a una casa, un departament­o, un te­rreno, una ofi­cina o un local co­mercial.

          Con el In­forme de los Profesion­ales us­ted podrá sor­tear con tranquilidad cual­quier prueba a la cual fue­ra so­metido su opi­nión y su cri­terio.

          El CERTIFICADO de CERTEZA INMOBI­LIARIA se entre­ga al clien­te con las fir­mas de los Pro­fesionales debida­mente certificadas. De ese modo, es imposi­ble dudar de la vali­dez del mis­mo.

          El CERTIFICADO de CERTEZA INMOBI­LIARIA está avalado por más de 40 años de tra­yectoria, complementad­os con una lúcida con­cepción actualiz­ada de la pro­blemática inmobil­iaria.

          El precio del CERTIFICA­DO de CERTE­ZA IN­MOBILIARIA es $ 1.500.- (pesos ar­gentinos).

          Puede solicitar el CERTI­FICADO de CER­TEZA IN­MOBILIARIA :

Correo electrónico:

aidabogado@hotmail.com – norberto@tesywernicke.com

Por consulta en la Inter­net: www.tesywernicke.com

Por teléfono:

Telefonía fija: +543764428347

Telefonía celular: +543764548498

Personalmente:

Ángel Acuña 1142/1144 (ex-27) Piso 1°, Posa­das, Misio­nes

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  • : El sitio en la web de Aida y Norberto
  • : Actualidad, Derecho, críticas de los actos políticos. Soy perfecto pero prefiero negarlo, le temo a los envidiosos y a las envidiosas.
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  • Norberto Tesy Wernicke
  • De profesión, soy abogado, tasador. De vocación, soy escritor y - según dicen mi familia y mis amigos - ermitaño. Tengo 64 años, mi esposa se llama Aida Zunilda Bogado, y mis hijos Alberto y Daniel. Soy feliz. ¿Que más quiero?
  • De profesión, soy abogado, tasador. De vocación, soy escritor y - según dicen mi familia y mis amigos - ermitaño. Tengo 64 años, mi esposa se llama Aida Zunilda Bogado, y mis hijos Alberto y Daniel. Soy feliz. ¿Que más quiero?

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